En este vídeo nos comentan como siendo ya pequeños, nuestros padres y
educadores frenan nuestro desarrollo natural (aunque no con mala intención
claro está). Los niños se desarrollan relacionándose directamente con su
entorno, y aprenden mediante la curiosidad y el contacto con otras personas.
Sin embargo en la adolescencia nuestro cerebro da un vuelco, y empezamos a
discernir con lo que los profesores nos quieren enseñar, desarrollando nuevas
formas de ser y pensar.
Bien es cierto que si dejamos a los adolescentes encerrados en clases
dando contenidos que no les interesan, estos se aburrirán, no atenderán ni
aprenderán. Ellos tienen que buscar cosas que les gusten. Como bien dicen en el
vídeo, debemos dejar mayor libertad de decisión a los adolescentes, aunque
suene aterrador para ellos. Así permitiremos que surja su curiosidad,
aprenderán porque les interesa aprender, porque quieren aprender aquello
que más les atrae. Podremos mantenerlos estimulados y activos, podrán
desarrollarse para su futuro, un futuro que no está impuesto por su sociedad,
si no elegido por ellos.
Es un video que nos ilustra con una divertida animación un enfoque que
huye de la clásica escuela para adaptar la enseñanza a la evolución del cerebro
humano.
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