Algunos tipos de equipos facilitan el
aprendizaje de los alumnos y mejoran la vida académica en el aula. Otros
entorpecen el aprendizaje y provocan insatisfacción y falta de armonía en
clase. Para manejar con eficacia los equipos de aprendizaje, el docente debe
saber identificar la actividad y el trabajo de un equipo cooperativo, y
distinguirlo de uno que no lo es.
Los equipos de aprendizaje cooperativo son
sólo uno de los muchos tipos de equipos que pueden emplearse en el aula, por lo
que es necesario que el docente conozca el tipo de equipo que está empleando.
1. Equipos
de pseudoaprendizaje. En este tipo de equipos los estudiantes
reciben la orden de trabajar juntos, pero no tienen ningún interés en hacerlo.
Creen que serán evaluados según la puntuación que se asigne a su desempeño
individual o tal vez a una nota de tipo global. Aunque en apariencia trabajan
en forma conjunta, en realidad están compitiendo entre sí o evadiendo la tarea
del equipo dejando en manos de unos cuantos la responsabilidad del trabajo.
Cada alumno ve a los demás como rivales a derrotar, por lo que todos
obstaculizan o interrumpen el trabajo ajeno, se ocultan información, tratan de
confundirse unos a otros y se tienen una mutua desconfianza. Como consecuencia,
la suma de los esfuerzos del equipo, es menor que la suma de los esfuerzos
individuales de sus miembros. Los alumnos trabajarían mejor en forma
individual.
2. Equipos
de aprendizaje tradicional. En estos equipos se indica a los alumnos que
trabajen juntos y ellos se disponen a hacerlo, pero las tareas se las asignan
ellos mismos y están estructuradas de tal modo que no requieren un verdadero
trabajo conjunto. Los alumnos piensan que serán evaluados y premiados como
individuos y no como miembros del equipo. Sólo interactúan para aclarar cómo
deben llevarse a cabo las tareas. Intercambian información, pero no se sienten
motivados a enseñar lo que saben a sus compañeros de equipo. La predisposición
a ayudar y a compartir es mínima. Algunos alumnos sólo desean sacar partido de
los esfuerzos de sus compañeros más responsables. Los miembros del equipo que
son más responsables se sienten explotados y no se esfuerzan tanto como es su
costumbre. El resultado es nuevamente que el potencial del equipo es menor que
los potenciales individuales, así los estudiantes laboriosos y responsables
trabajarían mejor solos.
3. Equipos
de aprendizaje cooperativo. En este tipo de equipos, se les indica que
trabajen juntos y ellos lo hacen de buen agrado. Saben que su rendimiento
depende del esfuerzo de todos los miembros del equipo. En este sentido el
trabajo en equipo arroja resultados mayores que si lo hicieran por separado
cada uno de sus miembros.
4. Equipos
de aprendizaje cooperativo de alto rendimiento.
Este es un tipo de equipo que cumple con todos
los criterios requeridos para ser un equipo de aprendizaje cooperativo, y
además, obtiene rendimientos que superan cualquier expectativa razonable. Lo
que los distingue de los equipos de aprendizaje cooperativo normal, es el nivel
de compromiso que tienen los miembros entre sí y con el éxito del equipo. El
interés de cada miembro en el crecimiento personal de los demás, hace posible
que estos equipos cooperativos de alto rendimiento, superen las expectativas, y
que sus integrantes disfruten de la experiencia del éxito personal.
Para emplear con eficiencia el aprendizaje
cooperativo, hay que tener en cuenta que no todos los equipos de trabajo son
cooperativos. El rendimiento de cualquier equipo reducido depende de cómo esté
estructurado.
BIBLIOGRAFÍA
Antología de Taller
de Dinámica y Conducción grupal.
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